En los últimos años, las bibliotecas académicas han comenzado a incorporar juegos de mesa a sus colecciones, tanto con fines recreativos como educativos. Sin embargo, el proceso de gestionar, preservar y prestar juegos de mesa presenta una serie de desafíos. A continuación, se exponen los principales retos que enfrentan las bibliotecas académicas al integrar estos juegos y las soluciones que han surgido a partir de la experiencia práctica en diversas instituciones, basadas en dos estudios clave: la biblioteca Snowden de Lycoming College en Pennsilvania y la Media Library de la Universidad de North Texas (UNT). Ambas experiencias se encuentran detalladas en el libro Games and gamification in Academic Libraries (2020) de la de la Asociación de bibliotecas universitarias y de investigación, división de la American Library Association (ALA), del que ya he reseñado otros capítulos.
1. Almacenamiento: Un reto de espacio
Uno de los mayores desafíos al gestionar colecciones de juegos de mesa es el espacio necesario para almacenarlos de forma adecuada. A diferencia de los libros, los juegos de mesa vienen en cajas de diferentes tamaños y formas, lo que complica su organización. Este reto se multiplica cuando la colección empieza a crecer.
Soluciones:
- Ubicación estratégica: Es esencial colocar la colección en una zona visible y accesible dentro de la biblioteca. En la biblioteca Snowden Library, optaron por colocar los juegos en una área común del primer piso, buscando que el alumnado los descubrieran de manera informal al pasar por allí.
- Almacenamiento: Implementan sistemas de colores y etiquetas para diferenciar los juegos de mesa, clasificando las cajas por tamaños o tipos de juegos para optimizar el uso del espacio. Las estanterías profundas y espaciosas son ideales para acomodar cajas de diferentes tamaños sin que se amontonen de manera incómoda o inestable.
- Almacenamiento horizontal o vertical: Al decidir cómo almacenar los juegos, muchas bibliotecas optan por guardarlos horizontalmente para evitar que los componentes se muevan dentro de la caja, aunque esta opción tiene la desventaja de que los juegos apilados en la parte inferior pueden dañarse. Almacenar los juegos verticalmente es otra opción, pero requiere asegurar el contenido en su interior para evitar que se desordene. En este caso, se pueden utilizar bandas elásticas en forma de H que mantengan las cajas y los componentes bien sujetos.
2. Preservación de los materiales: Evitar el desgaste y la pérdida
Los componentes de los juegos de mesa pueden sufrir daños o perderse con facilidad debido a su uso frecuente, más aún cuando los juegos se prestan para su uso fuera de la biblioteca, lo que incrementa el riesgo de deterioro.
Soluciones:
- Fundas protectoras y bolsas para piezas: Ambos estudios recomiendan el uso de fundas protectoras para cartas y bolsas con cierre para almacenar las piezas pequeñas. En la Media Library, enfundan las cartas, usan bolsas con cierre para las piezas pequeñas y refuerzos en las esquinas de las cajas con cinta adhesiva de tela, junto con una banda de goma H para mantenerlas cerradas. En la Snowden adquieren la versión del juego con tapete de neopreno, que son más resistentes que los tableros de cartón. Estos métodos minimizan el desgaste y ayudan a mantener los juegos organizados y completos durante su circulación.
- Control por peso: Una solución presentada por la Media Library es el uso de básculas de precisión para pesar los juegos al momento de su devolución. Si el peso difiere en más de tres gramos del registro original, se procede a contar las piezas para verificar si falta alguna. Este método ahorra tiempo en el proceso de control, ya que no requiere un conteo manual exhaustivo en cada devolución, y solo se aplica cuando se detecta una diferencia en el peso.
- Mantenimiento regular: También destaca la importancia del mantenimiento preventivo y revisión anual de los juegos.
3. Catalogación: La complejidad de clasificar juegos
Otro desafío que enfrentan las bibliotecas es la catalogación de juegos de mesa. La falta de estándares establecidos puede llevar a que los juegos sean difíciles de encontrar en los catálogos bibliotecarios, limitando su uso.
Soluciones:
- Desarrollo de mejores prácticas: La Media Library ha desarrollado sus propios estándares de catalogación para juegos de mesa y consolas. Los juegos se catalogan con registros específicos para cada pieza (por ejemplo, mandos y periféricos), lo que permite un control riguroso. Además, la colección de juegos de mesa se puede buscar por género, número de personas que pueden jugar y duración del juego, lo que mejora la accesibilidad para el público.
- Simplificación en bibliotecas más pequeñas: En el caso de la biblioteca Snowden, al ser una institución más pequeña, se decidió no asignar números de clasificación complicados a los juegos de mesa, sino simplemente etiquetar los juegos como parte de una «colección de juegos de mesa». Esta decisión simplifica la búsqueda y gestión de los juegos en el catálogo y ahorra tiempo en el proceso.
4. Préstamo y circulación: Equilibrar accesibilidad y control
El préstamo de juegos de mesa plantea el reto de controlar la pérdida de piezas y el daño a los componentes. Además, establecer una política de préstamo que satisfaga tanto las necesidades de las personas usuarias como las del personal bibliotecario puede ser complicado.
Soluciones:
- Préstamos con plazos más cortos y renovaciones limitadas: Para evitar la acumulación de multas y facilitar el control de los juegos, muchas bibliotecas establecen tiempos de préstamo más cortos. La Media Library permite préstamos de tres días para alumnado y siete días para el personal académico, con la posibilidad de una sola renovación. Esto permite que los juegos roten más rápidamente y reduce el riesgo de que se deterioren por un uso prolongado.
- Conteo de piezas y políticas flexibles: Aunque algunas bibliotecas optan por contar las piezas después de cada préstamo, esta práctica puede ser ineficiente. En Snowden, decidieron confiar en las personas usuarias para informar si faltaba alguna pieza o si el juego estaba dañado. Solo se realiza un inventario completo una vez al año. La Media Library, por otro lado, se apoya en el peso de precisión para evitar pérdidas sin necesidad de contar manualmente.
- Manejo de multas: Implementar políticas flexibles respecto a las multas es crucial para no desincentivar el uso de la colección. En Snowden, no se imponen multas por piezas que falten, a menos que la pérdida impida completamente el uso del juego. Esto permite que los juegos sigan circulando, aunque falten piezas menores.
5. Promoción y uso educativo: Cómo atraer al público
Finalmente, un reto clave es dar a conocer la colección de juegos de mesa a las personas usuarias de la biblioteca y mostrar sus aplicaciones más allá del entretenimiento. Muchas personas no son conscientes de que las bibliotecas ofrecen este tipo de materiales, y la promoción adecuada es esencial para incrementar su uso.
Soluciones:
- Promoción activa y colaboración con alumnado: La biblioteca Snowden promueve su colección de juegos mediante campañas en redes sociales, correo electrónico y la colaboración con organizaciones estudiantiles, lo que ha ayudado a atraer un público más amplio a sus eventos de juego. La Media Library también organiza eventos relacionados con los juegos, como breakout rooms, donde el personal bibliotecario prepara y guía a estudiantes en experiencias interactivas y educativas.
- Uso en el aula: Además de su valor recreativo, los juegos de mesa tienen un gran potencial como herramientas educativas.
Conclusión
Incorporar juegos de mesa en una biblioteca académica ofrece un gran potencial para atraer a nuevas personas usuarias, fomentar la interacción social y mejorar el aprendizaje en el aula. Sin embargo, también presenta una serie de desafíos logísticos relacionados con la preservación, organización y préstamo de estos materiales. Las experiencias de las bibliotecas Snowden y Media Library muestran que estos desafíos pueden superarse mediante prácticas adaptadas a las necesidades de cada colección.